Las sociedades se han hecho complejas y lo que bien pudieramos llamar las buenas normas de la moral y la convivencia se han perdido, cada vez criticamos como los jovenes han perdido el respeto por los mayores, y como cada vez con más frecuencia transgreden la ley ... vuelve y pregunto donde se perdio el camino ... la libertad de crianza no se puede convertir en complice de falta de educación moral y agradable convivencia.
Nunca son buenos los extremos, pero vale la pena reflexionar cual es el punto ideal en la formación estructural de las nuevas sociedades empezando en niños y docentes con valores que generen una imagen a seguir y eso parte de aquellos que aprecien la labor de educar no solo en el saber sino igualmente en el ser y volver a creer en nosotros mismos y en la palabra dada.